Lo primero : Un estudio nutricional
La obesidad , generalmente, está provocada por unos malos hábitos alimenticios, falta de ejercicio, y el desarrollo de un sobrepeso no controlado a tiempo.
Hay que considerarla como una enfermedad crónica, y lo
crónico no se cura, se controla. Si una vez que hemos adelgazado dejamos de
cuidarnos y volvemos a los hábitos que teníamos antes, volveremos, irremediablemente,
a recuperar el peso perdido. Por ello, después de la fase de adelgazamiento hay
que comenzar con una segunda fase que es la de mantenimiento donde se deberá
aprender una “forma adecuada de comer” de por vida, ajustada a cada persona.
Lo primero que hay que
valorar cuando nos planteamos una bajada de peso es determinar cual es el “PESO
SALUDABLE”, que será en el que cada persona consigue una situación estable de su
composición corporal para su caso particular y en el que puede mantener de una forma
adecuada y equilibrada tanto su salud como su estética. Para ello , es importante conocer nuestro peso corporal, su índice de grasa y de agua, es decir un estudio corporal :
1. Analizaremos mediante
impedancia bioeléctrica la composición corporal e intentaremos alcanzar el
porcentaje de grasa más adecuado a cada sexo y edad. Que será del 17 al 22 %
para los hombres y del 23 al 30 % para las mujeres, siendo lo rangos inferiores
para las edades jóvenes y los superiores para las edades avanzadas.
2. Mediremos el perímetro
de cintura (equidistante entre parrilla costal y parte alta de la cadera) e
intentaremos bajar de 95 cm. en los hombres y de 80 cm. en las mujeres, ya que
por encima de estas medidas se consideran de riesgo cardiovascular.
3. Calcularemos el índice
de masa corporal según peso y estatura, e intentaremos alcanzar los niveles de
normopeso, que se sitúan entre 20 y 25 Kg. / m2.
4. También tendremos en
cuenta el peso en el que el paciente se ha encontrado cómodo y estable en
etapas anteriores de su historia clínica.
Una vez hayamos
alcanzado nuestro PESO SALUD no hay que confiarse, ya que volver a los hábitos
que teníamos anteriormente, es lo más común, y nos llevaría a recuperar lo
perdido o incluso más (efecto yo-yo) y, vuelta a empezar. Muchas personas se
estarán preguntando si esto supone que van a tener que estar a dieta durante
toda su vida; la respuesta es NO, pero sí que se tendrán que estar cuidando
constantemente según unos criterios adecuados para cada uno y aplicar todo lo
que su médico le ha estado enseñando durante todo el tratamiento.
El período de
mantenimiento consiste en ir incorporando paulatinamente todos aquellos
alimentos, ricos en calorías y con alto índice glucémico, que fueron suprimidos
durante el período de adelgazamiento. Con ello iremos viendo, por un lado, cómo
reacciona cada paciente ante cada uno de esos alimentos y, por otro lado,
iremos viendo cuántos tolera, en número, a lo largo de una semana para mantener
el peso. Hay que tener en cuenta que unas personas tolerarán más que otras. Y
así cada paciente conocerá cual es su criterio particular de mantenimiento.
El objetivo es que al final todos tengamos una alimentación lo
más variada y equilibrada posible, es decir, que coman absolutamente de todo
(sí, de todo, incluso dulce) pero de una forma controlada y organizada para
cada caso en particular.
Pero esto no es lo
único importante, ya que en este periodo tendremos que ir afianzando aspectos
importantes que ya fueron introducidos durante el adelgazamiento como es
realizar las cinco comidas al día, beber la cantidad de agua adecuada, hacer
ejercicio, etc., que como nos han ayudado a adelgazar, también nos ayudarán a
mantener lo perdido y que deben formar parte de nuestra vida diaria.
También hay que conocer los alimentos saludables, y cómo elegir los nutrientes necesarios para tomar en un desayuno de buffet, en una barbacoa, en un cóctel, en
un cumpleaños, etc. Cómo preparar la mochila en una excursión y en un día de
esquí. Y en cualquier otra circunstancia especial que tenga cada persona.
Después, es muy
importante seguir controlando el peso, pesándose con regularidad, una vez a la
semana o cada 15 días, evitando subidas importantes de peso y compensar
rápidamente las ligeras subidas temporales volviendo al PESO SALUDABLE lo más
pronto posible.
Así pues, podemos
asegurar que si obtenemos la suficiente información, y
“aprendemos a comer” siguiendo esas enseñanzas adecuadamente, no volveremos a
recuperar el peso perdido y podremos mantener de por vida el peso adecuado y
deseado.
Empieza YA, y hazte un estudio nutricional para ponerle freno al "exceso de equipaje"..
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